Un nueva nueva manera de contar la historia sería a través de las personas que la vivieron desde su experiencia cotidiana. Por ejemplo, si queremos hablar de un personaje que tenía un oficio, como podría ser el guardacostas de un torreón, no sería necesario que apareciera en posición de vigilancia, sino que sería interesante encontrarse con él de una manera espontánea, casi a modo de fotografía instantánea. De esta manera el centinela no nos hablaría de la necesidad de la defensa del castillo, sino que nos hablaría de la otra parte de su historia: la de la espera al próximo relevo, la de las marcas en la pared para contar las guardias, la de los amuletos que le protegerían del riesgo a perder la vida, la del paso del tiempo y la de la espera…
Estas imágenes son de un taller de modelado, impartido por Santiago Gijón, para realizar esculturas hiperrealistas en FX.
Esperamos que el próximo personaje imprescindible a realizar sea el guardacostas del Baluarte de la antigua Villa amurallada de Guardamar.